Información sobre las enfermedades de los ojos más frecuentes

El glaucoma afecta al nervio óptico. Inicialmente progresa de forma insidiosa sin causar dolor ni otros síntomas. Si no se trata, provoca una limitación progresiva del campo visual y, en el peor de los casos, desemboca en ceguera, lo que hace muy importante un diagnóstico precoz por el oculista. Existen diferentes posibilidades de tratamiento: colirios para reducir la presión intraocular, láser o cirugía. Se recomiendan realizar chequeos preventivos periódicos a partir de los 40 años con medición de la presión intraocular. En el centro oftalmológico Augenzentrum Muttenz-Pratteln estamos especializados en la detección precoz del glaucoma, por ejemplo mediante una exploración de la papila óptica (entrada del nervio óptico) con un láser infrarrojo que no entraña riesgo alguno.

Constituye la causa más frecuente de los problemas de visión en personas mayores. La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una alteración de la mácula (la zona central de la retina). Existen dos formas de la enfermedad: la DMAE seca o atrófica y la DMAE húmeda o neovascular. En la DMAE seca, la calidad de la visión suele empeorar con relativa lentitud. Esta forma tiende a ser menos grave, pero hasta el momento no existe un tratamiento eficaz para ella. En el caso de la DMAE húmeda se produce una acumulación de líquido en la mácula, con el consiguiente edema que provoca rápidamente un empeoramiento perceptible de la agudeza visual y una visión distorsionada. Si se detecta a tiempo, la DMAE húmeda puede tratarse mediante inyecciones intraoculares. Generalmente, la DMAE no lleva a la ceguera total, pero puede llegar a deteriorar tanto la capacidad visual que, por ejemplo, resulte imposible leer. También en este caso, las revisiones periódicas a partir de cierta edad ayudan a detectar precozmente la enfermedad e iniciar un tratamiento inmediato si la DMAE pasa de seca a húmeda. Este tratamiento se lleva a cabo en las clínicas de día oftalmológicas de la St. Jakob-Strasse de Muttenz y del edificio Aquila, junto a la estación de Pratteln. Consulte a nuestros especialistas del Augenzentrum Muttenz-Pratteln.

La diabetes altera el flujo sanguíneo y el metabolismo en los capilares de la retina. Esto provoca un aporte insuficiente de oxígeno (isquemia) y hace que se formen nuevos vasos sanguíneos y se produzcan hemorragias y edemas. En casos avanzados puede llevar a un desprendimiento de retina, problemas de presión intraocular e incluso ceguera..

En el estadio inicial de la retinopatía diabética, la mayoría de las personas afectadas no perciben ningún síntoma: solo en una etapa avanzada se produce un empeoramiento marcado de la agudeza visual (con sensación de moscas volantes o niebla densa).

En la llamada maculopatía diabética solo está afectada la zona central de la retina (mácula) y no la periferia. Un control óptimo de la glucemia y la tensión arterial ayudan a frenar el avance de la enfermedad. En todas las personas diabéticas es imprescindible una revisión periódica por el oculista. Los casos de retinopatía diabética avanzada pueden abordarse mediante tratamiento láser, medicación o cirugía. En el centro oftalmológico Augenzentrum Muttenz-Pratteln encontrará usted interlocutores competentes con gran experiencia y conocimientos en cuanto al diagnóstico y el tratamiento de la retinopatía diabética. Al igual que la degeneración macular de tipo húmedo, la maculopatía diabética también puede frenarse con inyecciones intraoculares a fin de evitar la destrucción de la mácula.

La sequedad de ojos, o xeroftalmia, se asocia a menudo al llamado síndrome de Sjögren o síndrome seco. Provoca numerosos síntomas como escozor, sensación de cuerpo extraño, dolor, lagrimeo (especialmente con el frío y el viento), sensibilidad a la luz, cansancio ocular o trastornos de la visión. La causa no suele ser tanto una producción insuficiente de lágrima como una alteración en la composición de la película lagrimal que protege la superficie del ojo, con la consiguiente deshidratación de la córnea y la conjuntiva. Esto puede combatirse mediante un buen cuidado del párpado y utilizando lágrimas artificiales en colirio o gel. En ciertos casos graves puede estar indicada una intervención quirúrgica. En nuestro centro podremos determinar qué medidas son las idóneas en su caso concreto.

La causa es la contracción progresiva del cuerpo vítreo, algo que en la mayoría de los casos es un fenómeno normal asociado a la edad. El cuerpo vítreo es la materia gelatinosa y transparente que ocupa el interior del globo ocular. En todas las personas, el cuerpo vítreo experimenta cambios con la edad, haciéndose menos viscoso, y puede llegar a separarse total o parcialmente de la retina. En la mayoría de los casos, las personas afectadas perciben la opacidad del cuerpo vítreo como pequeños puntos o filamentos que flotan en el campo visual («moscas volantes»). Estos fenómenos pueden resultar molestos, pero generalmente son inocuos. Sin embargo, en casos poco frecuentes puede producirse un desgarro de la retina o incluso un desprendimiento de retina. Por ese motivo es extremadamente recomendable una exploración de retina: póngase inmediatamente en contacto con nosotros si empieza a percibir «objetos volantes» en su campo visual.

La conjuntiva constituye junto con la córnea la capa más externa del ojo, por lo que está directamente expuesta a los factores ambientales. Una de sus enfermedades más frecuentes es la conjuntivitis, producida a menudo por infecciones víricas o bacterianas que, en la mayoría de los casos, se tratan con colirios. Muchas veces, la conjuntivitis está asociada al llamado «síndrome seco». Si sus ojos están enrojecidos, pegajosos o hinchados o presentan escozor, sensación de presión, picor o lagrimeo, acuda al Augenzentrum Muttenz-Pratteln y le aconsejaremos.

Con la edad es totalmente normal que disminuya la capacidad de «enfocar» el cristalino a diferentes distancias. Más tarde o más temprano se acaban necesitando gafas para ver de cerca. Sin embargo, a diferencia de la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, la presbicia no es un defecto visual sino un fenómeno totalmente normal causado por la pérdida de elasticidad y adaptabilidad del cristalino debida a la edad. En el centro oftalmológico Augenzentrum Muttenz- Pratteln le ayudaremos a adaptarse a este proceso natural pero molesto para que vuelva a ver perfectamente en su vida diaria.

Los párpados superior e inferior protegen el globo ocular contra posibles lesiones e impiden la evaporación de las lágrimas. Estos son algunos de los trastornos y enfermedades de los párpados con las que nos encontramos más habitualmente en el Augenzentrum Muttenz-Pratteln:

Entropión/ectropión
La inversión hacia dentro del borde del párpado (entropión) hace que las pestañas rocen el ojo, lo que puede provocar excoriaciones y lesiones de la córnea. Cuando el borde está invertido hacia fuera (ectropión), los párpados superior e inferior no cierran perfectamente, lo que altera la distribución de las lágrimas. Generalmente estas dos enfermedades del párpado, que provocan a menudo arañazos, inflamaciones, lagrimeo o conjuntivitis, pueden tratarse quirúrgicamente.

Ptosis palpebral
En esta enfermedad, uno o los dos párpados superiores se mantienen permanentemente caídos. Las causas más frecuentes son la atrofia de los tejidos debida a la vejez (ptosis aponeurótica) o las enfermedades musculares (ptosis miogénica). El problema puede ir más allá de la estética y afectar también a la visión. Por otra parte, la aparición repentina de ptosis palpebral unilateral asociada a visión doble o dolores de cabeza requiere acudir urgentemente al médico. nbsp]

Párpados caídos y ojeras
Los párpados caídos y ojeras provocados por un «exceso de piel» se deben a una debilidad hereditaria del tejido conjuntivo. Muchas veces constituyen un problema de estética para las personas afectadas (ojos de aspecto hinchado, dificultades para maquillarse, etc.), que puede corregirse quirúrgicamente.

Tumores de los párpados>
A menudo, los tumores de los párpados son benignos, como verrugas o quistes sebáceos. Sin embargo, también pueden aparecer tumores malignos, de los que el más frecuente es el basalioma, un tipo de cáncer de piel. Una exploración oftalmológica, en caso necesario con biopsia, permite un diagnóstico exacto.